4 de diciembre de 2009

Bajo la mantita de nubes...

Por más que me aferre al peluche
me falta la calidez de su piel desnuda entre las sábanas
me falta su respiración, sus besos, sus pechos...
me sobra el pijama.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas veces experimentar el sufrimiento parece tan apasionante como el extasis que nos provoca la alegrìa.
El sufrimiento genera muchas cosas...nos moviliza, nos paraliza al mismo tiempo y nos eleva a un estado extraño.
Recordar que nunca esta perdido el partido de la vida, no ser expectador, ser protagonista.

Deb dijo...

No sé cómo he llegado hasta aquí, pero me gusta mucho el blog. Te sigo (: