21 de octubre de 2010

De oficio, político

Anoche, en 59 segundos, Manuel Chaves contestaba una pregunta que le hacía un internauta, sobre si se puede ser ministro y cambiar de cartera con la misma dedicación y resultados. A continuación transcribo literalmente la respuesta del señor Chaves que recibí con profundo asombro:
Pues yo creo que sí y la experiencia demuestra que sí. Es decir, si una persona es un político y diríamos se ha formado y ha adquirido mucha experiencia en la política, yo creo que fundamentalmente lo que tiene que pesar en un gobierno es la política, la política lógicamente con mayúsculas. Después, un ministro, que es fundamentalmente un político, pues se reúne, lógicamente agrupa una serie de técnicos, de expertos que lógicamente le pueden ayudar, le pueden asesorar en las políticas que tiene que desarrollar. Pero yo creo que eso es posible y, no solamente es posible sino que en la práctica se da con muchísima frecuencia en España y en cualquier otro país, claro.
Es decir, en pocas palabras, según el señor Chaves un ministro es un político, y su oficio es ése. Da igual que sea experto en sanidad, en diplomacia internacional, en economía o en cultura. Y ahí tenemos a la polivalente Trinidad Jiménez, que habiendo desarrollado una excelentísima labor, por ejemplo con la gripe aviar, como Ministra de Sanidad y Política Social ahora pasa a ser Ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación. Y la nueva Ministra de Sanidad, Leire Pajín, resulta que lleva una pulserita PowerBalance, el sonado timo denunciado por FACUA que vende, a un precio nada barato, unas propiedades curativas milagrosas sin fundamento científico demostrado. Por más que el señor Chaves repita incesantemente la palabra "lógicamente", a mi entender no puede estar más equivocado...

Y así nos va, con políticos de oficio que se dedican a poner sonrisas a la prensa y discutirse unos a otros mientras los especialistas quedan relegados a un segundo plano y el trabajo técnico, analítico y, en definitiva, el verdadero trabajo que ha de hacer un ministro lo hace "una serie de técnicos, de expertos que lógicamente le pueden ayudar y asesorar", en palabras del propio señor Chaves. Así es, política con mayúsculas, sí señor...

Cuando en los ministerios dejen de entrar nombres y enchufes y entren especialistas y referentes en la materia en cuestión, quizás, sólo quizás, empezaremos a avanzar. Mientras tanto todo serán abrazos, besos, apretones de manos y sonrisas de flash. Y la misma mierda de siempre, de la que ya algunos empezamos a cansarnos...

1 comentario:

Pablo Herrera dijo...

El día de los nombramientos en clase de Periodismo Político, la profesora que trabaja en el gabinete de una consejería, nos dijo lo mismo que Chaves cuando hablamos de pro qué Leire puede ser ministra. Que ellos no hacen nada, todo lo hacen sus asesores técnicos y las preguntas que le hacen en el Parlamento se las responden de antemano el gabinete. Sí, parece que los políticos sobran.